En aislamiento me
encuentro,
¡Y está bien alto!.
Desde la ventana
donde me encuentro,
puedo mirar toda la
maldad
que ahí a bajo se
llega a crear.
En un patio eres
humano,
pero en un especial,
eres invisible.
Pero a mí todo eso no
me duele,
lo que crea dentro de
mí,
es la protección de
mí misma,
el saber decir ¨No¨
va a ser más fácil
de lo que me podía
llegar a imaginar,
por que aquí soy tan
insignificante,
que veo y percibo
toda la maldad,
las dos caras de las
personas,
personas que luego te
dan
la gran puñalada.
Hay, el bien y el mal,
un dios y un demonio,
aquí y en todo el
planeta tierra.
Pero hoy por hoy
he conocido el mundo
de la oscuridad,
donde el demonio es
dueño
de toda la
personalidad
de cualquier humano,
y se cree que con el
mal
siempre ganara
que va a triunfar.
Yo estaba entregada
a la palabra del
señor,
pero ahora estoy
dudando
por que el, para nada
me está ayudando
lo que me hace seguir
adelante
es mi fuerza de
voluntad
y mi negatividad,
veo que con la
agresividad,
una gana muchísimo
más
su respeto y su
igualdad.
En estos muros,
que para mí, están
situados
en el más allá,
donde nadie puede
llegar
sin hacer primero
el mal.
Firmado: Mimi
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